Historia de La Calle Victoria en Buenos Aires

Diariamente, miles de personas transitan por una calle muy especial del centro de Buenos Aires. En este post te contamos la historia de la Calle Victoria. Una calle tan importante, desde la fundación de la ciudad, hasta nuestros días.

Originalmente esta calle se llamó “de la Victoria” , para ser luego simplificada a “calle Victoria”. Su nombre se debe a un homenaje a los vencedores de las tropas inglesas en las invasiones inglesas de 1806 y 1807.

Breve Historia desde el Siglo XIX

El auge comercial del Virreinato y la importancia alcanzada por Buenos Aires, prepararon la profunda transformación en las costumbres. Luego, siguieron los sucesos de la Revolución de Mayo de 1810, que acercaron más a los vecinos al manejo de los asuntos públicos ventilados en el Fuerte, en el Cabildo y en el Consulado. Debido a esas circunstancias, las pocas cuadras que formaban la calle del Cabildo de Buenos Aires, aumentaron su prestigio.

Cómo era la vida en la Calle Victoria

La mañana comenzaba temprano con los concurrentes a los negocios de la Recova. Estos eran negocios de reciente edificación, donde los clientes buscaban múltiples cosas necesarias para la vida diaria.

De tarde, continuaba el movimiento, pero el público cambiaba. Las mercerías y tiendas traían clientela femenina de otro nivel social. En dichas tiendas fueron adquiridas las cintas que usaron el 22 de mayo los partidarios de la caducidad del poder español.

A medida que avanzaba el día, cambiaba el público. Hacia la hora de la cena se acercaba gente más elegante. El desfile era ininterrumpido. Se cruzaban saludos entre los caballeros que hacían tertulia en la acera frente a ciertos negocios y las damas que “iban de tiendas”.

Podemos recordar, como un signo de aquellos tiempos que se vivía sin prisa, que todo se hacía con calma. De este modo, no había negocio que no tuviera sillas para la comodidad de su clientela.

En la esquina de Perú tenían lugar, al comenzar la noche, reuniones ocasionadas por los conciertos ofrecidos por las bandas militares. Estas reuniones también eran conocidas con el nombre de “retreta“

Aún podemos ver las esquinas sin ochavas. Estas esquinas representan una “resistencia” a la historia. Por decreto de Rivadavia, a partir de 1821, todas las esquinas debían tener ochava. Motivo por el cual deberían ser más seguras, no solo para mejorar la visibilidad desde la calle, sino para evitar que algún asaltante pudiera aparecer por sorpresa desde la esquina.

Esquina sin ochava

La Calle Victoria en nuestros días

Con el tiempo, las construcciones de la calle Victoria fueron modificándose y el “centro” seguía ejerciendo su atracción. La moda, siempre versátil, llevó los negocios de lujo, las modistas elegantes y confiterías a otras calles.

La Calle Florida recogió el cetro y su brillo hizo palidecer hasta el recuerdo de los buenos días de la calle de la Victoria. De ese modo, pasó a tener una vida tranquila y sosegada, sin disminuir por ello su importancia comercial y continuo trajín, y perdió hasta su nombre.

Así es como hoy conocemos a la calle Hipólito Yrigoyen.

Si sos turista y estás recorriendo Buenos Aires, no podés dejar de caminar por alguna de estas cuadras de la calle Hipólito Yrigoyen.

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