El Obelisco porteño, símbolo arquitectónico de esta ciudad y punto de referencia y encuentro de los vecinos, se inauguró la tarde del 23 de mayo de 1936, cuando el intendente Mariano de Vedia lo presentó en sociedad.
El Obelisco, una pirámide egipcia de 67,5 metros de altura diseñada por el arquitecto Alberto Prebisch. Se construyó en conmemoración de la segunda fundación de Buenos Aires.
Asimismo, recuerda el sitio exacto donde flameó por primera vez la bandera nacional en la torre de la iglesia de San Nicolás, el 23 de agosto de 1812. Hoy en día se encuentra la Plaza de la República, en el cruce de las avenidas Corrientes y 9 de Julio.
La idea de Prebisch, un arquitecto precursor del modernismo en la Argentina, fue resolver con elegancia y monumentalidad el triple cruce de estas dos importantes avenidas porteñas, a las que se agregaba la reciente Diagonal Norte.
Construcción y Estructura
La construcción, que adoptó la tradicional forma geométrica de origen egipcio demandó 680 metros cúbicos de cemento y 1360 metros cuadrados de piedra blanca. Costó unos 200 mil pesos moneda nacional, durante la presidencia de Agustín P. Justo.
Los 150 obreros que levantaron el Obelisco y su diseñador debieron sortear la dificultad del paso de los túneles de las líneas de subte C y D. Para ello recurrieron a avanzadas técnicas de construcción mediante el emplazamiento de bóvedas en su fundamento.
Técnicamente, el edificio es una estructura hueca con una sola puerta de entrada y cuatro ventanas en su cúspide. A ella sólo se puede llegar por una escalera recta, de 206 escalones.
En un principio estuvo recubierto por roca calcárea de San Luis, pero los movimientos provocados por el paso del subterráneo provocaron numerosos desprendimientos. De esta manera, obligaron a sus constructores a quitar la roca y pintar su cubierta con pintura al látex, como se lo observa hoy.
El Obelisco de Buenos Aires en la actualidad
Hoy en día no hay duda de que el Obelisco de Buenos Aires es uno de los principales lugares de la vida diaria de los porteños. En él se reúnen los ciudadanos para festejar algún triunfo del fútbol argentino y también para realizar marchas y protestas. Ya sea para festejar o para realizar algún reclamo es habitual escuchar la frase “vamos al obelisco”.
También es centro de numerosos eventos deportivos. Por ejemplo ha sido parte del circuito callejero en donde el 1 de abril de 2012 el TC 2000 corrió el Gran Premio de Buenos Aires.
El Obelisco cuenta con un sistema de iluminación led de última tecnología. Sin entrar en detalles técnicos, podemos decir que es capaz de iluminar pon precisión todas las zonas del monumento, logrando así poder representar las banderas de los diferentes países, conmemoraciones o días de concientización como el día de la lucha contra el cáncer de mama.
Tanto turistas como ciudadanos que pasan diariamente por el Obelisco, no puede dejar de admirarlo y por supuesto sacarse algunas fotografías con éste ícono indiscutible.
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