Los Cafés Tradicionales de Buenos Aires representan al lugar de encuentro preferido por los “porteños”, como se les dice a quienes nacieron en la Ciudad de Buenos Aires.
Es muy común encontrarse con amigos a “tomar un cafecito” y resolver todos los problemas del mundo desde una mesa, café de por medio.
En este artículo Cafés Tradicionales de Buenos Aires les comentaremos la historia de los principales Cafés de Buenos Aires, los más tradicionales y aquellos que se resisten al paso del tiempo y a la modernización de la ciudad.
Qué vamos a ver en este artículo
Historia de los Cafés Tradicionales de Buenos Aires
Los primeros cafés se originaron en la época del virreinato siendo, a comienzos del S XIX los lugares de encuentro de los patriotas. Luego pasaron a ser peñas unitarias y federales según los devenires históricos de la Argentina. Finalmente, a partir de la capitalización de Buenos Aires, se convirtieron en el centro de la vida porteña, tal como los conocemos ahora.
Los primeros cafés de Buenos Aires fueron inspirados en los cafés europeos, es por eso que tienen un categoría muy similar y hasta muchos de ellos tienen un estilo parisino.
Si miramos los cafés con el criterio actual, se podría decir que hasta la década del 1950 estos cafés eran “machistas”, ya que las mujeres no concurrían ni a cafés ni a confiterías. Es a partir de los años 60 cuando se incrementa la concurrencia femenina a los cafés, destacándose su asistencia a la hora del té y a partir del copetín de las 7 de la tarde.
Cuando se integraron en los cafés dos aspectos de la vida de los porteños, el tango y las peñas, dieron lugar a los Cafés musicales y a los Cafés literarios.
En los cafés musicales no solamente se escuchaba tango, sino que esta denominación abarcaba a todos los cafés que pasaban cualquier tipo de música, como por ejemplo los Cafés Españoles de la Avenida de Mayo.
A los cafés literarios se acercaban principalmente los amantes de las letras y del ámbito teatral.
Cafés Tradicionales de Buenos Aires en la Avenida de Mayo
La apertura de la Avenida de Mayo data desde 1884, pero su idea es de mucho tiempo antes. Inspirada en los boulevares parisinos del Barón Haussmann, la Avenida de Mayo tiene el típico estilo francés, con palacetes terminando en grandes cúpulas. Sin embargo, por sus veredas transitaban diariamente andaluces y madrileños. Y estos últimos fueron los que le dieron la impronta a los cafés, siendo la Avenida de Mayo el sitio de los Cafés españoles.
Gran Café Tortoni
De todos los cafés de la Avenida de Mayo, el más representativo en la actualidad es, sin dudas, el Gran Café Tortoni.
Fundado en 1858 el Tortoni es una leyenda de la ciudad.
Por el Tortoni pasaron los personajes más reconocidos de las letras y las artes de Buenos Aires. Periodistas, pintores, escritores, escultores, poetas, músicos, filósofos y todo quien tuviera que ver con la intelectualidad porteña. También concurrieron los más ilustres visitantes de todo el mundo que se encontraban de paso por la ciudad. Hoy en día, se encuentra todos los días una larga cola de turistas que quieren conocer este clásico café de Buenos Aires.
En su sótano, denominado la Bodega del Tortoni, el pintor Benito Quinquela Martín realizó su primera exposición.
Los 36 billares
Es también un bar presente en todos los porteños. Los 36 billares es uno de los cafés de Buenos Aires más famosos precisamente por su subsuelo, donde se encuentran las mesas de pool y billar. Allí se pueden tomar clases particulares y ha sido sede de numerosos torneos internacionales.
Fue inaugurado en 1894. En el 2014 abrió sus puertas nuevamente luego de un gran trabajo de restauración.
London City
Inaugurado en 1954, por esta confitería pasaron numerosos poetas, escritores, artistas y políticos que transitaban por la zona. Este café se hizo conocido porque allí Julio Cortázar escribió su novela Los Premios. Hoy en día esa mesa se encuentra reservada y hay una placa que nos recuerda la historia.
Se encuentra en la esquina privilegiada de Av. de Mayo y Perú. En el 2014 cambió de dueños y fue totalmente restaurado, volviendo a tener el brillo y la categoría de sus primeros años. Recomendamos tomarse una copa de vino o un café en sus mesas de la vereda, mientras se observa transitar a porteños y turistas.
Cafés Tradicionales de Buenos Aires en los barrios
Las Violetas
El 21 de septiembre de 1884 se abrieron las puertas de una de las confiterías más importantes de Buenos Aires, Las Violetas.
Ubicado en la esquina de Avenida Rivadavia y Medrano, con su suntuosidad contrastaba con la sencillez de los almacenes de la zona del antiguo Barrio de Flores.
Resaltan las arañas de bronce, los caireles de cristal tallados a mano, las columnas de mármol italiano, los vitrales franceses, los techos decorados, las sillas, las mesas de mármol de origen parisino y la vajilla ostentosa.
Considerado un lugar emblemático fue elegido para filmar algunas escenas de la película argentina La Mafia (1974).
También concurrieron figuras importantes de la cultura, entre ellas Alfonsina Storni y Azucena Maizani.
Hoy en día, luego de haber pasado varios años cerrado y haber cambiado de dueños, se puede seguir disfrutando de esta preciosa confitería, de sus tan especiales tes y su exquisita pastelería. En particular, nuestros favoritos son las masas finas y los milhojas.
Confitería Babieca
Frecuentado por artistas y personalidades del espectáculo “porteño”, la Confitería Babieca tuvo su origen en una Pulpería del año 1840,.
Por aquellos tiempos, la Avenida Santa Fe era uno de los pocos caminos que comunicaban Buenos Aires con La Pampa. La pulpería La Roldanita era una parada casi obligatoria para los viajeros.
Luego, desde 1944 se la conoce como Confitería El Modelo, ya que era vecina de la Escuela Argentina Modelo. Por los años del 1980 el edificio toma la apariencia de hoy en día, añadiendo la planta alta, en donde se puede disfrutar de un excelente almuerzo o cena con vista a la Avenida Santa Fe y Riobamba.
Hoy en día es uno de los pocos lugares de Buenos Aires que atiende durante las 24 hs. Es nuestro lugar preferido para ir a cenar luego de disfrutar de una Ópera en el Teatro Colón.
Como dato adicional, les recomendamos su Pan Dulce, que lo elaboran durante todo el año, y no puede faltar en nuestra mesa de año nuevo. Una delicia.
La Biela
Ubicada en el corazón del Barrio de La Recoleta, a pocos metros del convento de los monjes recoletos, se encuentra La Biela, uno de los cafés más turísticos de la zona “paqueta” de Buenos Aires.
Tiene se origen hace 150 años, donde en la misma esquina de Quintana y Junín se encontraba la Pulpería del Vasco. Con el correr del tiempo, el lugar fue cambiando de nombre, hasta que fue bautizado como “La biela fundida” por unos jóvenes que corrían una “picada” y tuvieron que finalizar la carrera al pasar justamente por esa esquina.
Por La Biela han pasado, no solo personalidades de la política internacional y reyes, sino también artistas de todo el mundo y hasta corredores de Fórmula 1.
Hoy en día es un lugar excelente para disfrutar de un café o de una copa frente a una de las plazas más lindas de la Ciudad. Desde allí podrán ver pasear a turistas que quieren conocer el Cementerio de La Recoleta, jóvenes que se acercan al Centro Cultural Recoleta o simplemente quienes quieren disfrutar del aire libre y dar un paseo por la zona.
Confitería Hotel Alvear
Dejamos para el final de nuestro artículo a este lugar exclusivo, ubicado en uno de los mejores hoteles de Buenos Aires y de la Argentina, el Alvear Palace Hotel.
L’Orangerie del Alvear Palace Hotel es uno de los lugares más elegantes para disfrutar de un típico té de la tarde. También podrán deleitarse con un almuerzo o una cena, pero nosotros lo recomendamos para una tarde de fin de semana, ya que su selección de tés y exquisita pastelería es de un nivel excepcional.
El lugar está ambientado con luces tenues y al estar las mesas espaciadas, el clima es muy tranquilo, para charlar con calma y disfrutar plenamente del menú.
Cafés Tradicionales de Buenos Aires de la Avenida Corrientes
El Gato Negro
Al ingresar a El Gato Negro uno se siente transportado en el tiempo y en el espacio. Los aromas de las especies rápidamente invaden todos los sentidos y nos hacen viajar a lugares remotos, olvidándonos de que nos encontramos en el centro de Buenos Aires, en Avenida Corrientes al 1600.
Quienes descubren este lugar, quedan fascinados por la amplia pared repleta de especias, cafés, e ingredientes. Además, la decoración y el mobiliario terminan de darle un toque del Buenos Aires de 1950.
Su origen se remonta a 1927, cuando un aventurero español, Victoriano López Robredo, abrió su primer negocio de especias. Al año siguiente se mudó a un local más grande en la cuadra siguiente, donde hoy es su actual ubicación.
Hoy se puede disfrutar de unos de los cafés más ricos, o de una deliciosa comida en el salón del primer piso. Y por supuesto, es el lugar ideal, y único, para comprar las mejores especies y cocinar como un gran cheff en su propia casa.
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